jueves, 16 de marzo de 2017

Escuelas de los Annales

                                                       Escuelas de los Annales

La Escuela de los Annales es una corriente historiográfica fundada por Lucien Febvre y Marc Bloch en 1929, que ha dominado prácticamente toda la historiografía francesa del siglo XX y ha tenido una enorme difusión en el mundo occidental. Lleva su nombre por la revista francesa Annales d'histoire économique et sociale (después llamado Annales. Economies, sociétés, civilisations, y nuevamente renombrado en 1994 como Annales. Histoire, Sciences sociales), en donde se publicaron por primera vez sus planteamientos. La «Corriente de los Annales» se caracteriza por haber desarrollado una historia que ya no se interesa por el acontecimiento político y el individuo como protagonista típicos del trabajo de la Historiografía contemporánea, sino, inicialmente, por los procesos y las estructuras sociales, y después por una amplia gama de temas que su acercamiento con las herramientas metodológicas de las Ciencias sociales le permitió estudiar. El historiador en esta corriente se adhiere a un modo de escribir la historia desde el planteamiento de problemas a resolver o preguntas a solucionar,1 postura heredada de las ciencias naturales exactas y, en segundo término, de las sociales. Además, a diferencia de la historiografía clásica, estos autores toman conciencia de que no están escribiendo sobre el pasado reproduciéndolo fielmente sino interpretándolo, partiendo de sus propios conceptos y subjetividad, así como de teorías, para escribir su versión del fenómeno histórico sobre el que trabajan.
En cuanto a las fuentes, Annales amplió el abanico de recursos de los que es legítimo disponer. Si bien los documentos escritos siguen siendo un elemento muy importante en su base empírica, se incluyeron todos aquellos elementos que pudieran dar evidencia útil en la investigación. Así, la hoz habla del campesino, el vestido, de la dama o el acordeón, del músico.
Se produjo historia geográfica, social, económica, cultural, demográfica, psicológica, etnográfica y política, pero esta última en un sentido distinto al clásico.
La Corriente de los Annales es de trascendencia para el análisis de los estudios en ciencias sociales desarrollados en el siglo XX y dejó el camino abierto para que aparecieran una gran variedad de metodologías y enfoques dentro de la disciplina histórica. Para finales de siglo, esta atomización disciplinaria resultaría en un importante conflicto metodológico y epistemológico y en la crisis de la crítica posmoderna o Giro lingüístico.

jueves, 9 de marzo de 2017

Historicismo


                                                Historicismo

El término fue acuñado por el historiador alemán Karl Werner (1821-1888) para señalar una corriente de opinión que acentúa la importancia de la historia en el destino del hombre y de la sociedad. Ernest Renan (1823-1892), filólogo e historiador francés, afirmó que “la historia es la forma necesaria de la ciencia de todo lo que llega a ser. La ciencia de las lenguas es la historia de las literaturas y de las religiones. La ciencia del espíritu humano es la historia del espíritu humano”. Y el filósofo alemán Wilhelm Dilthey (1833-1911) sostuvo que “lo que el hombre es lo experimenta sólo a través de la historia”.
          El historicismo es, en consecuencia, la tendencia a hacer de la <historia la ciencia fundamental para la interpretación de la realidad social. Todo se resuelve en la historia. El punto de partida de todas las demás ciencias es la historia.
          La historia es, así, un punto de vista para comprender e interpretar correctamente los acontecimientos humanos. Es lo que los filósofos y antropólogos alemanes del siglo XIX llamaban verstehen: un peculiar modo de entender los sucesos humanos dentro del contexto histórico y a partir del conocimiento de la historia.
          El historicismo juzga los hechos no por su valor intrínseco sino en función del medio histórico en el que se suscitan. Es su historicidad la que les da sentido. Pero no sólo los hechos: también la lengua, la literatura, el arte, el Derecho, las costumbres, la religión, las creencias, los sentimientos morales y otros elementos de la vida social, que son el producto de una elaboración colectiva, inconsciente e involuntaria, deben interpretarse en el contexto de la historia. Todos ellos están condicionados por circunstancias de espacio y de tiempo. Son valores históricos. No son, por tanto, absolutos ni eternos. Están sujetos a incesante transformación.
          Para el historicismo antropológico, que es una de las direcciones que toma esta tendencia, el hombre es un ser esencialmente histórico. Esta es una de sus diferencias específicas con los animales. El hombre está inserto en la trama de la historia. Todo en él es historia. Sus pensamientos, sus conocimientos filosóficos, científicos, tecnológicos, artísticos historia son. Su experiencia vital es historia acumulada. Historia son también sus herramientas, las obras de sus manos, las creaciones de su inteligencia. Todo eso no es más que historia condensada.

Positivismo

                                                              Positivismo
El término positivismo fue utilizado por primera vez por el filósofo y matemático francés del siglo XIX Auguste Comte, pero algunos de los conceptos positivistas se remontan al filósofo británico David Hume, al filósofo francés Saint-Simon, y al filósofo alemán Immanuel Kant.
Comte eligió la palabra positivismo sobre la base de que señalaba la realidad y tendencia constructiva que él reclamó para el aspecto teórico de la doctrina. En general, se interesó por la reorganización de la vida social para el bien de la humanidad a través del conocimiento científico, y por esta vía, del control de las fuerzas naturales. Los dos componentes principales del positivismo, la filosofía y el Gobierno (o programa de conducta individual y social), fueron más tarde unificados por Comte en un todo bajo la concepción de una religión, en la cual la humanidad era el objeto de culto. Numerosos discípulos de Comte rechazaron, no obstante, aceptar este desarrollo religioso de su pensamiento, porque parecía contradecir la filosofía positivista original. Muchas de las doctrinas de Comte fueron más tarde adaptadas y desarrolladas por los filósofos sociales británicos John Stuart Mill y Herbert Spencer así como por el filósofo y físico austriaco Ernst Mach.
·         Comte, Augusto (1798-1857).
Filósofo positivista francés, y uno de los pioneros de la sociología. Nació en Montpellier el 19 de enero de 1798. Desde muy temprana edad rechazó el catolicismo tradicional y también las doctrinas monárquicas. Logró ingresar en la Escuela Politécnica de París desde 1814 hasta 1816, pero fue expulsado por haber participado en una revuelta estudiantil. Durante algunos años fue secretario particular del teórico socialista Claude Henri de Rouvroy, conde de Saint-Simon, cuya influencia quedaría reflejada en algunas de sus obras. Los últimos años del pensador francés quedaron marcados por la alienación mental, las crisis de locura en las que se sumía durante prolongados intervalos de tiempo. Murió en París el 5 de septiembre de 1857.
Para dar una respuesta a la revolución científica, política e industrial de su tiempo, Comte ofrecía una reorganización intelectual, moral y política del orden social. Adoptar una actitud científica era la clave, así lo pensaba, de cualquier reconstrucción.
Afirmaba que del estudio empírico del proceso histórico, en especial de la progresión de diversas ciencias interrelacionadas, se desprendía una ley que denominó de los tres estadios y que rige el desarrollo de la humanidad. Analizó estos estadios en su voluminosa obra Curso de filosofía positiva (6 vols., 1830-1842). Dada la naturaleza de la mente humana, decía, cada una de las ciencias o ramas del saber debe pasar por "tres estadios teoréticos diferentes: el teológico o estadio ficticio; el metafísico o estadio abstracto; y por último, el científico o positivo". En el estadio teológico los acontecimientos se explican de un modo muy elemental apelando a la voluntad de los dioses o de un dios. En el estadio metafísico los fenómenos se explican invocando categorías filosóficas abstractas. El último estadio de esta evolución, el científico o positivo, se empeña en explicar todos los hechos mediante la aclaración material de las causas. Toda la atención debe centrarse en averiguar cómo se producen los fenómenos con la intención de llegar a generalizaciones sujetas a su vez a verificaciones observacionales y comprobables. La obra de Comte es considerada como la expresión clásica de la actitud positivista, es decir, la actitud de quien afirma que tan sólo las ciencias empíricas son la adecuada fuente de conocimiento.
Cada uno de estos estadios, afirmaba Comte, tiene su correlato en determinadas actitudes políticas. El estadio teológico tiene su reflejo en esas nociones que hablan del Derecho divino de los reyes. El estadio metafísico incluye algunos conceptos tales como el contrato social, la igualdad de las personas o la soberanía popular. El estadio positivo se caracteriza por el análisis científico o "sociológico" (término acuñado por Comte) de la organización política. Bastante crítico con los procedimientos democráticos, Comte anhelaba una sociedad estable gobernada por una minoría de doctos que empleara métodos de la ciencia para resolver los problemas humanos y para imponer las nuevas condiciones sociales.
Aunque rechazaba la creencia en un ser transcendente, reconocía Comte el valor de la religión, pues contribuía a la estabilidad social. En su obra Sistema de Política Positiva (1851-1854; 1875-1877), propone una religión de la humanidad que estimulara una benéfica conducta social. La mayor relevancia de Comte, sin embargo, se deriva de su influencia en el desarrollo del positivismo.
·         La Ley de los tres Estados.
Según Comte, los conocimientos pasan por tres estados teóricos distintos, tanto en el individuo como en la especie humana. La ley de los tres estados, fundamento de la filosofía positiva, es, a la vez, una teoría del conocimiento y una filosofía de la historia. Estos tres estados se llaman:
·         Teológico.
  • Metafísico.
  • Positivo.
  • Estado Teológico:

Escuelas de interpretación hiostorica

                       Escuelas de Interpretación Historica

Escuela Positivista: Fundada por el frances Augusto Comte, propone explicar el mundo mediante leyes generales y gracias a la ciencia. El hombre debía atravesar por tres estadios: Teologíco (religioso), Metafísico (ideas) y por último llegar al Positivo (ciencia). Aunque es una teoría filosófica, durante el siglo XIX e inicios del XX se planteo explicar todas las disciplinas mediante la ciencia. Así que, la Historia no fue la excepción, es decri, explicar el pasado mediante leyes generales y buscar la verdad de los hechos pasados. 

Historiador:  Leopoldo Von Ranke (1795-1886) Histoirador Alemán que siguió la idea positivista para plantear un estudio de la Historia, él decía "no consiste tanto en reunir y acoplar hechos como en comprenderlos y explicarlos".
Buscar un método científico y técnico objetivo, para dotar a la historia de leyes universales, con el fin de buscar una interpretación realista del pasado.
Sólo se basan en fuentes escritas, porque con ellas  se puede constar la existencia del pasado. 
Teodor MommsemHistoria de Roma: Tomó de los clásicos fragmentos y los colocó para recrear una historia que aborra toda la historia de magnánima Roma.  

Positivistas Mexicano: Gabino Barreda y Justo Sierra Mendez.

Escuela Historicista : Se desarrolla en tres planos: la estética, la filosofía y la historia. La arquitectura de la construcción histórica es importante, ya que está le dará sentido y forma, acompañado por una fuente real y concisa.

Surge en las primeras décadas del siglo XX, se plantearon explicar mediante la historia explicar la sociedad. 

Wilhem Diltey (1833-1911) distinguió entre las ciencias de la naturaleza (con leyes de utilidad económica) y las leyes del espíritu (el alma, la acción humana diferente, libre, creativa)
En México con la llegada de los exiliados españoles entre ellos José Gaos, en México se comenzó a estudiar la historia desde un punto de vista  historicista.
Edmundo O´Gorman: La invención de America
Leopoldo Zea: El positivismo en México, Nacimiento, Apogeo y Decadencía.

Escuela Marxista Base de estudio: Se fundamenta en una teoría filosófica denominada Materialismo Dialéctico y Materialismo Histórico

Se basa en las propuestas filosóficas de Hegel:  Tesis-Antitesis= Síntesis
  • Parte desde una interpretación material y económica de la sociedad.
  • Clases sociales: Burguesía y Proletariado.
  • Las revoluciones, es decir, la lucha de clases es el motor de la historia.
  • División de la historia: Comunismo Primitivo, Esclavismo, Feudalismo, Capitalismo , Socialismo-Comunismo.
Escuela de los Annales:  Nueva Propuesta de interpretación de la sociedad, basada en el estudio de la sociedad con la ayuda de otras disciplinas: Geografía, Sociología, Antropología, Economía, entre otras.

 1° GeneracónLucien Febvre y Marc Bloch (1929): Historia Problema: Explicación del origen de los problemas de la sociedad y los gobiernos mundiales.
2° Generación: Fernand Braudel (1946): El estudio de la historia como un proceso de larga duración y de coyunturas y cambios. El Espacio geográfico  es el objeto de estudio.
3° Generación: Jaques Le Goff (1968): Nueva Historia (Novo Histoire): La historia de las mentalidades.
4° Generación: Roger Chartier (1981): Estudios culturales.